viernes, 19 de marzo de 2010

EL "PLACER" DE INCENDIAR AUTOS, VIVIENDAS, COMERCIOS...




EL "PLACER" DE INCENDIAR AUTOS, VIVIENDAS, COMERCIOS...

La Fiscalía General del Estado (FGE) presentó hoy a un grupo de pandilleros, presunto responsable de la quema, con bombas molotov, de unos 50 vehículos, ilícitos cometidos durante un año y cuatro meses.

En conferencia de prensa encabezada por el Fiscal Ministerial de Investigación y Operación Policiaca, Domingo González Favela, se dio a conocer la detención de los miembros de esa pandilla, denominada “Los Troles”: Son: Manuel Alejandro García Becerra, El Patón o El Güero; Edgar Eduardo Contreras Guerrero, El Górgoro; Edson Ulises de la Peña Reyna, El Chupón, y José de Jesús Cázares Contreras.

De acuerdo con González Favela, la Policía Investigadora del Estado (PI), implementó ayer un operativo, en el que logró capturar, por separado, a los cuatro presuntos responsables de los daños a esos vehículos, quienes en su declaración aceptaron la responsabilidad, pero sólo por la quema de siete automóviles. Desde diciembre de 2007, sin un móvil claro que permitiera establecer si la quema de automóviles tenía elementos ideológicos o relacionados con la delincuencia organizada, “Los Troles” actuaron a sus anchas.

Ante la ausencia de resultados en las investigaciones, la FGE y la Dirección General de Seguridad Pública Municipal de Saltillo (DGSPM), recibieron fuertes críticas por parte de actores políticos y organismos ciudadanos. Durante las investigaciones sólo fue detenido un presunto “pirómano”, quien resultó ser vecino de una afectada, al que la policía municipal le sembró pruebas.

La mayoría de las quemas de automóviles se realizó después de la medianoche en el centro de Saltillo, principalmente contra vehículos de modelos viejos. Sin embargo, a partir de junio pasado los incendios llamaron la atención de los medios por la frecuencia y el número de casos que, según la FGE, fueron unos 60, entre vehículos, exteriores de viviendas y pequeños comercios. En entrevista con Apro, el fiscal general Jesús Torres Charles afirmó que la pandilla de “Los Troles” es responsable de la mayoría de las quemas de vehículos.

Dijo que el móvil fue “sólo el placer de quemar algo”, y señaló que técnicamente se trata de incendiarios, no de pirómanos, como los ha llamado la prensa local, pues los factores criminológicos son diferentes. La quema de automóviles se inició a fines de 2007 cuando esos delincuentes se confrontaron con las pandillas “Los Diferentes” y “Los Zarcos”, las tres asentadas en el centro de la ciudad.

Según Torres Charles, de la investigación y las confesiones, se desprende que, ante la impunidad de que gozaron los miembros de “Los Troles”, sus integrantes continuaron con las quemas por “diversión”.

¿Existe algún factor ideológico en las quemas? –se le preguntó.

No hay elementos para pensar en un grupo antisistémico. Jamás reivindicaron sus incendios. Consideramos que, como fue tomando difusión, sintieron gusto por desafiar a la autoridad. En diciembre pasado, Arpo logró acceso a los expedientes, donde se consignaron las diferentes líneas de investigación de la FGE.

Entonces, a pesar del registro de 46 incendios provocados con patrones semejantes, sólo 28 afectados habían presentado denuncias por la quema de automóviles. De acuerdo con los reportes de inteligencia de la FGE, al menos 15 incendios han sido provocados por imitadores, y sus líneas de investigación apuntan a conflictos familiares y rencillas entre particulares.

“Hay varios casos donde observamos que el afectado es un suegro que tuvo problemas con el yerno, o entre cuñados, o primos o familiares y amigos. Pero definitivamente no se trata de un mismo grupo operando”, afirmó un funcionario de la FGE, que permitió el acceso a los datos.

Además, el 20 por ciento de los incendios fue provocado por empresas que pretenden cobrar los seguros, como sería el caso de vehículos que no fueron quemados en el primer cuadro de la ciudad y son de mayor valor. Otro número de incendios provocados habría surgido por parte de un grupo de extorsionadores que, desde noviembre de 2008, operaba en Saltillo, haciéndose pasar por integrantes de Los Zetas.

Dicho grupo contactaba a sus víctimas a través de mensajes escritos, llamadas telefónicas o en persona, para exigirles pagos que iban de los mil a los 20 mil pesos, por concepto de protección, dirigido principalmente a pequeños comerciantes (tenderos, panaderos, taqueros) o particulares de no muchos recursos. Según esa línea de investigación, quienes se negaban a pagar eran objeto de incendios en sus negocios.

Para la FGE, el temor de los afectados impedía que se interpusieran denuncias.

En la entrevista, el fiscal Torres Charles afirmó que en seis casos ya resueltos, encontraron que las quemas no estaban vinculadas con la pandilla de “Los Troles”.

“SEMBRARON PRUEBAS…”

La noche del pasado 13 de noviembre, Paola Giovani Rodríguez, vecina del centro de la ciudad, llamó al número de emergencia 066, ya que había escuchado ruidos extraños. Aparentemente, afuera de su domicilio se registraba una riña. Un vecino del lugar, José de Jesús Cázares Contreras, salió también a ver qué pasaba cuando la policía llegó al lugar. Antes de cualquier explicación, el policía Francisco Zamarripa, lo detuvo, al haberle encontrado materiales para la fabricación de bombas molotov en la cajuela de su automóvil.

Los vecinos negaron que se tratara de un pirómano. La FGE dejó en libertad al presunto pirómano el pasado 14 de noviembre, luego de que otra afectada, Juana Pérez González, declaró que vio al policía Francisco Zamarripa abrir la cajuela del automóvil de Cázares y depositar botellas y gasolina.

Con ello, la FGE lo dejó en libertad y exigió a la policía municipal que iniciara un proceso en contra de los agentres involucrados, lo que no ocurrió, ya que Zamarripa y los otros implicados siguen en activo, según justificó la policía municipal, debido a que no hubo denuncia ni queja ante la Contraloría Interna.

La no acción de los policías permitió el accionar de “los pirómanos”. Por ejemplo, la noche del pasado 25 de noviembre, incendiaron cinco vehículos en el centro de la ciudad, incluida una patrulla municipal. Aunque las autoridades dijeron que el incendio de la patrulla, número 6843, estacionada en las avenidas Nazario Ortiz Garza y Luis Echeverría, fue producto de un corto circuito, éste se registró cerca del radio de operación del grupo incendiario. Además, en una hora habían incendiado otros cuatro vehículos.

La madrugada del domingo 29 de noviembre fueron quemados siete vehículos en menos de una hora: seis tráilers en los patios de Dasa, una empresa transportista ubicada en Arteaga, poco después de que una camioneta Ford F150, modelo 1985, fue quemada en el centro de Saltillo.

Para la diputada Esther Quintana Salinas, presidenta de la Comisión de Justicia del Congreso local, la situación es “alarmante”, debido a que en un año las autoridades no fueron capaces de esclarecer los hechos y, además, “sembraron pruebas”.

“No sé qué esperó la autoridad. Hace mucho que la FGE hizo suyo el caso. No es posible que en un año y cuatro meses no tuvieran indicios, algo que llevara a resolver quién estaba haciendo esto. Esto es más preocupante porque a la FGE se le dieron facultades plenipotenciarias”, dijo. Y es que, desde la reforma penal estatal realizada en 2008, la Procuraduría de Justicia fue sustituida por la FGE, que concentra las actividades de la anterior procuraduría, pero suma las que tuvo la ya extinta Secretaría de Seguridad Pública estatal, cuya Policía Preventiva, fue fusionada con la ministerial.

“Esto muestra la falta de estrategias para evitar que esto siga pasando”, dijo la legisladora.

Señaló que, si bien las quemas de vehículos y otros actos vandálicos tienen que ver con la “descomposición del tejido social”, existe una amplia responsabilidad de las autoridades, que en más de un año no impidieron que el incendio de un vehículo cobrara vidas humanas.

CIENTOS DE PANDILLAS

Por su número, la ola de incendios en Saltillo es comparable a la que en diferentes regiones de Europa realizan grupos anarquistas, altermundistas o pirómanos.

Por ejemplo, en Valencia, España, durante 2009, sumaron casi 50 los automóviles quemados, mientras que 37 vehículos se le atribuyeron a un pirómano solitario en Palma de Mallorca. En Saltillo hay un registro de 450 pandillas, de acuerdo con el Instituto Coahuilense de la Juventud (Icojuve).

Considerada la segunda ciudad con mayor desempleo abierto, de acuerdo con los indicadores más recientes del INEGI, Saltillo ha visto crecer los actos vandálicos en los últimos dos años, al desatarse la crisis financiera que afectó a la industria automotriz.

En abril pasado, poco antes de que aumentara el número de vehículos quemados, las fachadas de casas y negocios en varias cuadras del centro de Saltillo fueron tapizadas con graffitis, con iniciales y nombres ininteligibles.

Para Jorge Núñez, titular del Icojuve, hay un profundo descontento social. “Muchos de los actos cometidos por los jóvenes de barrio, contrarios a la ley, son para retar a la autoridad. Y es que muchas veces se somete y encarcela a jóvenes inocentes sólo por su forma de vestir, de hablar, de expresarse”, dijo.

Para Esther Quintana, no es factible que exista un factor ideológico:

“En Saltillo están pasando muchas cosas que no reflejan los medios de comunicación. La gente está aterrorizada, pero existe en el ámbito gubernamental una tendencia permanente a ocultar la información”, afirmó. Sobre la participación de la delincuencia organizada, Quintana Salinas dijo:

“Son especulaciones. La autoridad se lava las manos. Nada más dicen que se trata de delincuencia organizada (para no resolver los casos), pero aún cuando así fuera, deben atacarla”.
Por lo pronto, el fiscal Domingo González Favela, dio a conocer que los cuatro detenidos de la pandilla de “Los Troles”, fueron arraigados 40 días, a solicitud de la FGE, por el juez Segundo del Ramo Penal.

Dijo que el arraigo permitirá establecer la participación de “Los Troles” en otros ilícitos, debido a que hay un registro de 49 incendios de vehículos en diferentes partes de la ciudad, de los que sólo hay 21 denuncias formales. De ser encontrados culpables, “Los Troles” podrían purgar una condena de tres a 15 años de prisión.

ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA. PROCESO.

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