lunes, 22 de marzo de 2010

LA ÉTICA DE MENTIR.......





LA ÉTICA DE MENTIR

Mentir es una actividad común entre los políticos mexicanos y la mentira forma parte de sus discursos. Esto no es una denuncia, es una descripción.

Primero está el cuestionamiento sobre la veracidad o la falsedad de lo que se dice. Este ha sido un problema abordado a lo largo de la historia de la filosofía, Immanuel Kant, por ejemplo, nos conmina a la sinceridad porque la sociabilidad sólo es posible a partir de la sinceridad.

Lo verdadero y lo falso son construcciones sociales y por ello la mentira tiene que ver con una narración: siempre podremos inventar una historia “verdadera” para sustentar la falsedad de nuestro dicho. A colación podemos traer un brevísimo texto de Friedrich Nietzsche: “El ‘mundo verdadero’ acabó convirtiéndose en una fábula. Historia de un error”, expresando cómo siempre hay un nuevo fundamento para lo verdadero, el primero lo propuso Platón, después Kant…

En este sentido, César Nava siempre podrá argumentar que no mintió porque firmó el pacto con el PRI por el bien de México: evitó un boquete fiscal. También podrá argumentar que le mintió al PRI, por el bien de la democracia: la alianza en el Estado de México permitirá la transición a la democracia. César Nava podrá contarnos una fábula de por qué su mentira es verdadera, por qué su errar se debe a la búsqueda de un bien mayor como una política de las metafísicas.

Por otro lado, este argumento tiene, claro, sus límites cuando no se trata de una interpretación: el procurador del estado de Nuevo León, Alejandro Garza y Garza mintió cuando afirmó que los dos muchachos muertos frente al Tec de Monterrey eran sicarios, eran dos estudiantes de esa universidad.

Los ejemplos de César Nava y Alejandro Garza y Garza nos plantean una pregunta: ¿por qué mintieron?

Lo relevante no es la mentira (el sustantivo, el adjetivo), lo es la acción de mentir. La mentira no es el error. Los políticos necesitan, incluso, deberán mentir en ocasiones, lo que debemos cuestionar es su intención. Mentir es querer engañar al otro, aún diciendo la verdad. Se puede decir lo falso sin mentir, pero también se puede decir la verdad con la intención de engañar, es decir, mintiendo. No hay una ética de la mentira, deberíamos pensar en una ética del mentir. Entonces, vale replantear la pregunta: ¿por qué nos quieren engañar César Nava y Alejandro Garza y Garza? No puedo aventurar una hipótesis para el segundo, pero César Nava nos engaña para evitar que la ciudadanía tome el control de la política que ella contribuye a sostener, porque no quiere que los ciudadanos se conviertan en políticos que ante los mismas situaciones podrían tomar decisiones distintas.

Un ejemplo más que no puedo resistir anotar: ¿cuál es la intención del artículo que el lunes pasado publicó Enrique Peña Nieto en el periódico El Universal? Podemos considerar su texto como un ensayo en el que expone sus argumentos, ya han dicho varios que retoma lo dicho por José Córdoba en Nexos. ¿Le interesa a Peña Nieto la gobernabilidad logrando mayorías? Yo pienso que no: le interesa tener mayoría si llega a la presidencia, le interesa lo mismo que César Nava y por eso ambos nos engañan.

EJE CENTRAL.COM. FRANCISCO ROBERTO PÉREZ. COORDINADOR DE PUBLICACIONES DE 17, INSTITUTO DE ESTUDIOS CRÍTICOS. REVISTA NEXOS.
CARTÓN DEL FISGÓN.

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