EN MÉXICO LAS LEYES BENEFICIAN A QUIENES ABUSAN SEXUALMENTE DE NIÑOS: JOSÉ BONILLA
El abogado sostiene que un proceso por ese delito puede prolongarse hasta ocho años
En México la ley beneficia a los agresores sexuales de menores, debido a lo engorroso, largo y en ocasiones humillante que resulta el proceso ante las autoridades.
Se calcula que en sólo dos de cada 100 casos de abuso sexual que se presentan ante instancias judiciales, la víctima obtiene justicia, lamentó el abogado José Bonilla, quien expuso que es por esta impunidad que se concretan gran cantidad de arreglos extrajudiciales.
En entrevista con este diario, José Bonilla, quien hasta la semana pasada representó legalmente a los hijos de Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo, apuntó que para revertir esta situación se requiere emprender diversas reformas, pues en las actuales circunstancias es casi imposible juzgar a estos depredadores sexuales.
La obtención de justicia es complicadísima, debido a que el aparato de justicia en México está verdaderamente mal. Hay que hacer cambios profundos en las procuradurías y juzgados penales para que funcione como debe ser. Como está no ayuda a las víctimas, sino que, por el contrario, beneficia a los agresores, debido a que la gente desiste al cabo de meses o años. Y es que un juicio penal puede durar seis u ocho años, y es agotador para las familias y las víctimas, y hay además un fuerte desgaste emocional y económico.
Tras citar que todo esto ocurre sin ninguna garantía de que al final del camino se obtenga la justicias reclamada, el litigante, quien se dedica a defender a menores agredidos sexualmente, incluidos los que han padecido abusos de sacerdotes, precisó que si bien quienes son víctimas de pederastia tienen derecho a recibir una indemnización monetaria como una forma de reparar el daño, lo cual está estipulado en la ley, no considera prudente demandar dinero a cambio de silencio.
En este punto, el abogado especificó que al acordar una indeminización, las víctimas y sus familias se convierten en cóm- plices del agresor, lo cual es ilegal e inaceptable desde mi punto de vista.
Al explicar por qué dejó de representar a los hijos mexicanos del sacerdote Maciel, Bonilla expuso que no hay dinero que pague un abuso sexual a un menor, pero dijo respetar la determinación de la familia González Lara en cuanto a lo hecho y a la cantidad de dinero que estimaron conveniente reclamar conforme a lo que creyeron tenían derecho.
El abogado, cuya fundación De la mano con la justicia, ha asesorado a más de 70 menoresque han sufrido abusos, hizo hincapié en que no hay ruptura con dicha familia, aunque haya terminado la relación laboral.
La amistad personal que hicimos prevalece, sigo siendo su amigo y siento cariño por ellos, y les deseo lo mejor del mundo para que saquen adelante su causa. Otra cosa es el asunto profesional, desde este punto de vista no me puedo ver inmiscuido en una situación que puede ser altamente criticable e ilegal.
Remarcó que aunque ya no los asesora, lo importante es que son hijos de Maciel y sufrieron vejaciones. También dejó en claro que no los aconsejó para que dieran la entrevista en la que revelaron los abusos de su padre ni los instó a pedir dinero.
Yo jamás los aconsejé. No hubiera puesto en esa posición a Cristian, quien tiene 17 años, es menor de edad y me imagino que cuando regresó a su circulo escolar fue señalado, porque a quienes se les vincula con delitos sexuales se les señala de una manera particular. Por otro lado, habría que haber pensado muy bien lo que se decía ante los medios para no dar una impresión de inconsistencia o de que estaban mintiendo, cuando honestamente los jóvenes sí son hijos del padre Maciel y sí fueron abusados sexualmente.
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